Nunca
pensé que llegaría a este abismo sin fondo, a este lugar oscuro que está en el
fondo de mi alma. Donde escucho a mis temores y complejos consumiéndome, donde
mis lágrimas están formando un pozo sin fondo. Adentro de mí, porque nunca ven
mis mejillas, donde mis frustraciones están haciendo un lugar de vivienda
alojado en mis entrañas. Mis sonrisas se están desvaneciendo, hace mucho que no
han salido de mí, están encarceladas por los comentarios ofensivos de los demás,
están a merced de que digan los demás. Nunca pensé que mi autoestima llegaría a
esta en manos de unos simples comentarios, de unas simples palabras.
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